Sin embargo, el empaque más utilizado son las bolsas trilaminares de las cuales hay diferentes clases, como por ejemplo las bolsas doy pack, que se mantienen de pie, de fácil manejo para el llenado y la exhibición en los estantes. Bolsas con fondo plano, algunas tienen cierre tipo cremallera que permite volver a sellar una vez usado, otra ventaja de éste tipo de empaque es que en una bolsa más pequeña se puede empacar mayor cantidad de café, esto gracias a la estructura de lateral.

Otro tipo de bolsa es la de fuelle lateral, es la más común, resistente y la que más se adopta a grandes cantidades de producto. La dificultad de estas bolsas es que no tienen un cierre de cremallera lo que puede ocasionar poca eficiencia en la conservación de los granos de café.

Las bolsas para café en gran parte están elaboradas con aluminio, papel, polietileno y otros multiláminados, recuerda que los empaques deben tener barreras para factores externos como el oxígeno, la humedad, la luz UV, por eso se recomienda que sean laminados de 2 o 3 capas.

Cuando se usan bolsas se debe tener en cuenta la válvula desgasificadora, la cual tiene como misión permitir que el dióxido de carbono se libere de las bolsas de café tostado. Estas válvulas son de salida, es decir por ella no entra oxigeno. Se debe tener en cuenta que la válvula funciona si el empaque está sellado.